¿Qué es el feudalismo? - Resumen, estructura y fin

Sistema político, barato y popular, que predominó en Europa Occidental y Central a lo largo de parte importante de la Edad Media, y en Europa Oriental a lo largo de la Edad Moderna.

¿Qué fue el feudalismo?

El feudalismo fue un sistema político, barato y popular, que predominó en Europa Occidental y Central a lo largo de parte importante de la Edad Media, y en Europa Oriental a lo largo de la Edad Moderna.

Se caracterizó por la división del poder político y por el lugar de lazos de dependencia personal que vinculaban a hombres libres de diferente categoría. Entre ellos se establecían relaciones feudo-vasalláticas, que determinaban obligaciones tanto para los señores como para sus vasallos.

La instauración del feudalismo respondió a la inseguridad que provocaron las invasiones de vikingos, eslavos, magiares y sarracenos, en una etapa, el siglo IX, caracterizada por la desintegración del Imperio carolingio y la debilidad de las instituciones estatales.

Características del feudalismo

Entre las primordiales propiedades del feudalismo se tienen la posibilidad de poner énfasis las siguientes:

• La autoridad de los reyes de cada Estado era muy limitada y eran los señores locales (duques, condes y marqueses) quiénes ejercían el poder en sus territorios.
• Para asegurarse la lealtad de estos señores, el rey debía darles tierras en feudos, en lugar de lo cual los nobles locales juraban fidelidad y se comprometían a proveer asistencia militar cuando el monarca se los requiriese.
• En cada feudo, el señor local acaparaba las funcionalidades propias del Estado, como, entre otras cosas, legislar, cobrar impuestos y peajes, gestionar justicia e impartir castigos.
• Los nobles locales controlaban castillos fortificados en áreas despobladas transformadas en centros de poder como resultado del despoblamiento de las localidades que sucedió a partir la disolución del Imperio De roma de Occidente.
• Los feudos estaban poblados por campesinos que pasaban a ser siervos del señor de la tierra, al que debían prestaciones de trabajo y la distribución de una sección de la cosecha en lugar de custodia.

Causas del feudalismo

Las causas que llevaron al surgimiento del feudalismo fueron las siguientes:

• La incapacidad de los reyes para proteger a sus Estados de las invasiones extranjeras del siglo IX, lo que los ordenó a encomendar la defensa de los territorios del reino a los poderes locales.
• La consideración que asumieron los gobernantes locales (condes, duques y marqueses), a quiénes los reyes debieron darles tierras en feudos para asegurarse su lealtad.
• La intensión de los señores locales de dejar en herencia a sus descendientes sus títulos y las tierras que administraban.
• La necesidad de custodia de las ciudades de aldeas, campos y localidades que, frente la debilidad de las instituciones estatales, recurrieron a los poderosos de cada zona para protegerse de las incursiones y saqueos.

Estructura popular del feudalismo

La sociedad feudal se encontraba jerarquizada y dominada por dos estamentos privilegiados que no pagaban impuestos: la nobleza y el clero. El estamento inferior se encontraba que viene dentro por los campesinos.

Las propiedades de cada estamento eran las siguientes:

• La nobleza: su funcionalidad era guerrear para asegurar a la red social de los asaltos de infieles y paganos. Se encontraba que viene dentro por la realeza y por duques, condes, barones y marqueses. Al rey se lo consideraba el primero entre sus pares. Esto quiere decir que no se encontraba por arriba del resto de los nobles y que debía asegurarse su lealtad por medio de la distribución de tierras en carácter de feudos. Había nobles que eran más poderosos que otros, por lo cual era costumbre habitual que un duque, entre otras cosas, fuera vasallo del rey, pero, paralelamente, señor de un barón o un marqués. Este estamento integraba además a los caballeros, esos que poseían los medios necesarios para proveerse de un caballo, armas y armaduras. Los caballeros formaban parte de los ejércitos personales de los señores feudales.
• El clero: formado por arzobispos, obispos y abades (prominente clero) y por monjes, curas y curas (bajo clero). Su misión fundamental era rezar por la salvación de todas las almas. Había integrantes del clero, como los obispos o algunos abades, que eran muy poderosos, debido a que poseían tierras y siervos y nombraban caballeros que los defendían. Los curas y curas habitaban humildes parroquias rurales y los integrantes de las órdenes mendicantes, como los franciscanos, hacían votos de pobreza.
• Los campesinos: eran los que con su trabajo mantenían a los estamentos privilegiados. No poseían ningún privilegio y muchas obligaciones. Podían ser siervos de un señor y estar adscriptos a su tierra (la cual no podían abandonar) o campesinos libres. Los siervos debían abonar impuestos al rey, el diezmo a la Iglesia católica y dar tributo en productos o trabajo al señor de la tierra que trabajaban. Dentro de este área, se engloba además a artesanos como herreros o carpinteros, que eran a la vez campesinos, debido a que debían trabajar la tierra para garantizar su soporte y el de su familia.

La Iglesia católica era la que brindaba legitimidad ideológica a esta jerarquía popular, al asegurar que los órdenes o estamentos eran mandados por Dios y, entonces, fronteras sociales que nadie podía atravesar.

Economía en el feudalismo

La economía feudal era rural y se encontraba fundamentada en la extensión de la tierra. En este esquema, las primordiales ocupaciones económicas eran la agricultura y la ganadería.

Cada feudo se componía de sectores bien definidos: la reserva señorial o dominical, dentro por las tierras del señor; los mansos, ósea las tierras que trabajaban los siervos para conseguir su soporte y el de sus familias; los alodios, que eran los terrenos que habían pertenecido a los campesinos libres; y los pastos y bosques recurrentes, donde pastaba el ganado. En los bosques solía haber sectores delimitados, llamados cotos de caza, donde solo podían entrar el señor y sus caballeros.

Cada feudo era una unidad económica que consumía todo lo que producía, debido a que únicamente se separaban las semillas primordiales para la próxima siembra. Como no había excedente de producción, el comercio era muy con limite (predominaba el trueque) y básicamente no había circulación monetaria.

Fin del feudalismo

En Europa Occidental el feudalismo empezó a resquebrajarse a lo largo de el siglo XIV gracias a una conjugación de causantes, entre ellos:

• El agotamiento de la fertilidad de las tierras, gracias a su uso recurrente y más allá de la utilización del sistema de rotación de cultivos.
• El repoblamiento de las localidades, desde el incremento de población que se causó desde el siglo XI.
• La extensión de la peste bubónica que, entre 1348 y 1353, le quitó la vida a una tercer parte de la gente europea. La alta mortandad afectó más que nada a los campesinos y dejó a varios feudos sin mano de obra con la cual trabajar la tierra.
• La revitalización del comercio impulsado por las Cruzadas y por las peregrinaciones a sitios santos (Roma, Jerusalén, Santiago de Compostela)
• El ascenso paulatino de un nuevo área popular, la burguesía, que basaba su riqueza en las finanzas, los trabajos artesanales sofisticados (orfebrería, relojería, etc.) y el comercio de extendida distancia. La burguesía fue presionando pausadamente para que se redujeran o suprimieran los peajes y se garantizara una igualdad de las normas en los territorios en los desarrollaban su trabajo.
• La progresiva concentración del poder en manos de los reyes que, por medio de la asistencia económica de acaudalados burgueses, lograron imponer su autoridad a los señores locales.

Al entrar a la Edad Actualizada, Europa Occidental y Central ya transitaban una lenta transición del feudalismo barato al capitalismo y de la división política feudal al absolutismo monárquico. No obstante, fue la Revolución francesa la que a objetivos del siglo XVIII acabó con lo que quedaba de las construcciones jurídicas feudales.

Bibliografía:

• Duby, Georges. La Edad Media. Madrid, Taurus. 2000.
• Fossier, Robert. La sociedad feudal. Barcelona, Crítica. 1996.
• Heers, Jacques. Historia de la Edad Media. Barcelona, Labor. 1984.
• Le Goff, Jacques. Una extendida Edad Media. Madrid, Paidós Ibérica. 2008.

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