Hércules o Herakles, conociendo al personaje mitológico

¿Quién era Heracles, también conocido como Hércules por los romanos? Heracles o Hércules era en la mitología griega, una personificación de la fuerza.

En Roma, Hércules fue considerado un dios asegurador de la honradez comercial, del suelo y de los ejércitos. Hércules era hijo del dios Zeus y de la mortal Alcmena.

Hera mujer de Zeus envidiosa y celosa de la relación adúltera de su marido con esa mortal, envió a Hércules dos serpientes para matarlo en la cuna, pero él las ahogó con sus manos.

Hércules creció, se casó y mató (bajo los efectos de una pócima puesta secretamente por Hera en su copa) a su mujer e hijos en un ingreso de disparidad. A fin de expiar su delito, Euristeo, rey de la región griega Tirinto, le impuso 12 hazañas o trabajos entre ellos : matar al león de Nemea , matar a Gerión y conseguir el poder de sus ganados de toros, coger las manzanas de oro del jardín de las Hespérides y apresar al perro Cerbero que guardaba el ingreso al Hades o zona de los infiernos .

Más allá de las continuas zancadillas de Hera, Hércules desarrolló esas y muchas otras hazañas en diferentes países, que recorría armado con su arco y su vigorosa maza. Precisamente los tres últimos trabajos citados mencionan como sucedidos en el tema de Andalucía que se correspondía en la antigüedad a la zona de Tartessos.

¿Qué se oculta tras el mito? Ya que las hazañas de un intrépido caudillo colonizador que llega del cercano Oriente, navegante, conquistador y guerrero, que consiguió controlar a un pueblos de pastores (Gerión) , que se apoderó del monopolio comercial del valle del Guadalquivir (Cerbero) y que salió en busca de fuentes de aprovisionamiento de oro (las manzanas de las Hespérides) en el Occidente Europeo. Rodrigo Caro proporciona crédito a una leyenda que dice que Sevilla se creó por el mismo Hércules y consideraba a Sevilla, la Spal fenicia, si no la misma Tartessos, sí la heredera cultural de esa por ser la ciudad más importante del sur de la Península .

Hércules pertenece a los ídolos clásicos más populares de siempre. Fue un ídolo tebano que surgió fruto de una de las relaciones amorosas de Zeus, dios del Olimpo.

El nacimiento de Hércules

Su madre fue Alcmena, la mujer del general Anfitrión. Para lograr yacer con ella, Zeus tomó la forma de su marido. Esa misma noche, Anfitrión volvió de una expedición y concibieron a Ificles, que nacería de forma simultanea que Hércules.

Hera, mujer de Zeus, se moría de celos e ira tanto por la infidelidad de su marido como por visto que el dios no paraba de presumir de su hazaña frente el resto de dioses.

La diosa, desde un primer instante quiso evadir que naciera el pequeño y frente el juramento de Zeus de que el pequeño que naciese primero sería rey de Grecia, logró que se adelantase el parto de Euristeo (aparentemente sietemesino), por lo cual Heracles quedó subordinado a él (y quien le ordenará más adelante los 12 trabajos).

Según una edición, cuando Alcmena se encontraba por ofrecer a Luz, Hera envió a Ilitia y a las Parcas las que, puestas en posición mágica en el portal, impedían el parto.

Pero, la amiga de Alcmena, Galintia, urdió una estratagema: fue de manera rápida hacia ellas diciendo que el pequeño había nacido debido al poder de Zeus. Ellas, entonces, abandonaron su posición y el pequeño ha podido nacer (lo que le valió a Galintia ser transformada en comadreja por Ilitia).

Por esto, poco luego de que el pequeño naciera, tomo la decisión de enviar dos serpientes para que acabasen con su historia. No obstante, más allá de la corta edad del reducido, consiguió terminar con las serpientes estrangulándolas.

Alcmena poseía miedo de que el odio de Hera recayera sobre ella, por lo cual dejó al niño recién nacido.

Hermes le recogió y consiguió estafar a Hera para que ésta le amamantase, de tal forma que inconscientemente le otorgó la inmortalidad.

Al despertarse la diosa y saber quien era, lo apartó bruscamente y el chorro de leche que salió del pecho de Hera configuró a la Vía Láctea.

Su fuerza y sus capacidades se debieron por medio de la educación recibida por Quirón. Otros de sus profesores fueron Linos, Cástor y Radamante.

Es por esta temporada, cuando poseía unos 18 años, que aniquila a un león que se encontraba atacando a los rebaños en el monte Citerón, revistiéndose con su piel y además en 50 días fecunda a las 50 hijas (creyendo que era sólo una) de Testio, rey de los tespios.

Pelea con los tebanos contra Ergino (rey de Orcómeno en Beocia, que exigía un tributo a Tebas) derrotándolo. Por ello, el rey de Tebas, le otorgó la mano de su hija Megara, con quien tuvo tres hijos: Terímaco, Creontíades y Deicoonte.

Pero la diosa Hera logró que en un rapto de disparidad, Heracles asesinara a sus hijos.

Para purificarse de este delito consultó al oráculo de Delfos, que le ordenó ponerse a las órdenes del rey de Micenas, Euristeo., quien le ordenaría los conocidos 12 trabajos de Hércules.

No obstante, así como sucedía con su padre, fue un hombre con varias amantes. Esto le causó enormes inconvenientes en numerosas oportunidades, como Onfale y Deyanira. De hecho, su muerte fue causada por esta más reciente.

La muerte del ídolo tebano

Viajaban juntos cuando se hallaron con el centauro Neso. Hércules le confió a Deyanira para que pudiera atravesar una sección del río mientras él recorría una sección más enrevesada del sendero pero que servía a sus fines.

A lo largo de el tiempo que Hércules estuvo ausente, Neso intentó forzar a Deyanira.

En el instante en que Hércules tuvo conocimiento de esto, volvió para matarlo. Lo consiguió lanzándole una flecha luego de una extendida pelea por medio de su agilidad y agilidad.

No obstante, justo antes de fallecer, le entregó a la joven una túnica.

Según le ha dicho serviría para avivar el cariño de los maridos infieles, de esta forma podría retenerle a su lado. Pero nada más lejos de la realidad.

Pasó el tiempo y Hércules inició un viaje a Eubea adjuntado con la joven y hermosa Iole. Intentando de retenerle a su lado, Deyanira recordó la túnica que Neso le había regalado y se la entregó a Hércules.

En relación éste se la puso empezó a padecer enormes dolores debido al veneno que tenía dentro la prenda.

Hércules comprendió entonces que iba a fallecer, por lo cual encargó a Filoctetes que encendiera la pira que había hecho con los troncos de los árboles antes.

Tras su muerte, los dioses del Olimpo eligieron rescatarle del Inframundo. Para agradecerle su accionar, le permitieron vivir en el Olimpo, le cambiaron en dios y le concedieron la mano de Hebe.

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