¿Qué es el Budismo Zen?

El budismo Zen, como algún otra forma de budismo, nació con el Buda. El Buda, luego de su Iluminación desarrolló un sinfín de formas para enseñar a sus discípulos a llegar a la vivencia del despertar.

Se cuenta que en una oportunidad cuando estaban reunidos un enorme conjunto de sus discípulos, el Buda los aproximó, como comúnmente lo hacía cuando pretendía ofrecer una lección, en esta oportunidad en vez de comentar sencillamente levantó con una de sus manos una flor de loto sin decir ninguna palabra y esbozando solamente una despacio sonrisa. Todos los discípulos ahí reunidos lograron ver el gesto pero no se percataron de lo que él quiso comunicar. Por otro lado uno de sus discípulos primordiales, Mahakashyapa, ha podido comprender y capturar el mensaje que el Buda transmitió más allá de algún palabra.

Este especial acontecimiento, en el que el Buda ha podido transmitir en silencio algo del espíritu del despertar, es considerado el inicio de la enorme tradición que en este momento se denomina Zen.

Una transmisión particular fuera de las escrituras. Sin depender de expresiones o letras

El Zen trata de llevar la costumbre y la lección del despertar más allá de algún doctrina, palabra o de manera común de comunicación. El Budismo Zen es frente todo una concreta e instantánea forma de anunciar la esencia de la vivencia de la Iluminación y de ver las cosas como son.

Apuntando de manera directa a la cabeza

El Budismo Zen es una rama del Budismo Indio tardío llamado Mahayana. El Mahayana tiene numerosos trasfondos filosóficos, entre ellos está el de la escuela llamada Madyamika –que enfatiza la naturaleza vacía de las cosas desde la doctrina de Shunyata- de esta forma el budismo Zen recalca que la cabeza o la conciencia es idéntica a eso que siente, un énfasis de la escuela filosófica Mahayana llamada Yogachara. Según esta doctrina para lograr la plena vivencia del despertar uno debe entrar en contacto de manera directa la naturaleza de la Cabeza o la conciencia en su sentido más profundo.

De ese modo el budismo Zen cree que la Cabeza es idéntica a la verdad. Esto significa que si deseamos llegar a un pleno despertar debemos aproximar de manera directa aquello que nos facilita percibirla, debemos aproximar de manera directa a nuestra cabeza, esto se transporta a cabo desde la meditación.

“No árbol de bodhi hay, ni la área de un espejo claro, siendo todo vacuidad, ¿dónde, ya que, se asienta el sarro?”
Hui Neng

El Zen y la meditación

De esta forma el Zen es la escuela de Budismo que toma a la meditación como la vía directa para lograr el despertar. Todas las academias del Budismo además toman la meditación como una costumbre y tratan, por medio de ella, llegar a la plena percatación por otro lado es el Zen entre todas las distintas academias habituales la que toma a la meditación como la primordial utilidad para llegar a este logro.

La palabra Zen es de origen japonés y se proviene de la palabra china Chan, que es como se le llamaba al budismo Mahayana practicado en China del cual surgió el Zen. Paralelamente la palabra Chan es una transliteración de la palabra en sánscrito Dhyana. El vocablo Dhyana detalla la vivencia de absorción meditativa que aparece posterior a una eficaz concentración. En los antiguos discursos del Buda se detallan hasta ocho diferentes escenarios de esta absorción.

Observando a nuestra naturaleza y despertando a la Budeidad

Terminando el Zen cree que algún persona tiene, no solo el potencial hacia la Iluminación, si no la Budeidad misma en su vivencia. Este es un aspecto muy especial del Budismo Zen. Cuando los practicantes se involucran con algún aspecto de su costumbre, asi sea atención consciente, compasión -o lo que sea-, asumen que esa cualidad está ya inmanente en su vivencia, consecuentemente la costumbre radica en abrirse y conocer lo que ya existe en su propia condición. Esto provoca que la costumbre del Zen sea muy efectiva, afirmativa y que permita a sus practicantes progresar de una manera natural y simple. En esencia el Zen asegura que todos somos Budas y la costumbre asiste para conocer más intensamente este suceso.

Zen en occidente

La transición del Budismo Zen japonés y del Budismo Chan chino es subjetivamente reciente en Occidente. El Budismo Zen fue una de las primeras maneras de Budismo que se llegó a comprender y entrenar en Europa y las Américas.

Es solamente en el siglo pasado cuando enormes y eminentes profesores del lejano oriente emigraron a diferentes localidades de todo el mundo occidental, dando charlas, organizando retiros y creando comunidades de costumbre. Se han escrito durante los últimos sesenta años muchas proyectos de difusión del budismo zen y hubo un instante en la historia del budismo en Occidente que ésta escuela fue sin lugar a dudas la que más se practicó.

Por otro lado, y dada la naturaleza críptica del Zen se dieron varios pésimos entendidos sobretodo cuando la gente lo aprenden por medio de libros o meras pláticas (esto no ya no es irónico ya que uno de los pilares de esta tradición postula hay que lograr el despertar sin depender de expresiones o escrituras).

Budismo zen en México

La llegada del Zen a México fue muy semejante a la de otros territorios occidentales. Llegó por medio de migraciones de profesores de oriente a este país. Hay dos figuras que merece nombrar.

Primero el enorme maestro Ejo Takata que en los años 60 emigró a este país para anunciar la meditación Zen y, según las leyendas urbanas, llegó a concentrar a centenares de entusiastas alumnos en el gimnasio de la Facultad Nacional Autónoma de México a tempranas horas del día, creando de esa forma el primer Zendo (aula de meditación zen) en el país.

El maestro Takata además se comprometió en anunciar la Soya en México y enseñó a numerosos grupos nativos su cultivo. Hay un sinfín de mexicanos que llegaron a comprender y entrenar el Budismo Zen por medio del contacto que tuvieron con este enorme maestro. El maestro Takata murió en 1995.

El segundo acontecimiento considerable es el acercamiento en México del eminente maestro zen D.T. Suzuki y el relevante psicoanalista Erich Fromm. Estos dos enormes exponentes del budismo zen y el psicoanálisis tuvieron un diálogo en la localidad de Cuernavaca (ciudad cercano a la ciudad más importante de México) en los años 60.

En este acercamiento lograron investigar los paralelos y las diferencias de sus respectivas disciplinas. Este enorme enfrentamiento en medio de estos dos eruditos desarrolló un enorme interés en la costumbre del Zen en algunos círculos intelectuales y psicoterapéuticos. Por otro lado el libro que fue escrito desde este enorme diálogo no comunica fehacientemente lo que estos profesores trataron de transmitir a los presentes. “Budismo Zen y Psicoanálisis”, desgraciadamente, es un pobre reflejo de este enorme acercamiento en medio de estos dos campos del conocimiento humano.

Durante los últimos 30 años la costumbre del Budismo Zen se ha extendido en este país con comunidades derivadas de numerosos profesores. Está, entre otras cosas la red social de conciencia plena iniciada por el maestro vietnamita Thich Nhat Hanh. El maestro coreano Samu Sunim inspiró la construcción de numerosos santuarios en la Localidad de México. Un reciente avance fué la continua presencia de grupos inspirados por la llegada y vivienda de profesores zen norteamericanos como John Tesshin Sanderson y el obsoleto Abad del Centro Zen de San Francisco, Norman Fisher. Éste último ha realizado diferentes retiros y visita a las primordiales localidades de México para enseñar la lección y la costumbre de esta ancestral forma de Budismo.

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